jueves, 23 de junio de 2005

Diversificación y estándares

Como usuario de linux que soy, y venido anteriormente de un mundo Windows, me encuentro con una serie de incomodidades que, aunque fáciles de resolver (para mí), creo que deberían dejar de existir. Y no me refiero al tema de las licencias (como los mp3, por ejemplo), que también lo podría mencionar, sino al exceso de diversificación de las distribuciones linux. Tenemos Red Hat (empresa/servidor) y su pequeña Fedora (workstation/casa), Mandriva, Novell-SuSE, Debian/Ubuntu/Knoppix ... ¡Buf! ¿Y qué hace el usuario? ¿Cómo se le puede convencer a un usuario acerca de la distribución más adecuada a sus necesidades? ¿Y cómo se le convence de desinstalar todo y volver a instalar cuando estas necesidades han cambiado? Para este tipo de situaciones se generan acuerdos, consensos y, en consecuencia, estándares. Uno de ellos es la LSB (Linux Standard Base).

Pero no es suficiente: la paquetería es distinta, y, cuando no lo es, se recomienda no mezclar paquetes de distintos orígenes (caso por ejemplo de Red Hat/Mandriva/SuSE o Debian/Ubuntu). En el caso de Windows es fácil: está preparado para Windows, sí o sí. Que lo esté para sus distintas versiones es aparte, pero al menos las versiones de Windows tienen un periodo de vida que permite la readaptación paulatina.

Pero, ¿qué pasa cuando un informático recomienda Mandriva "para empezar" y luego Red Hat/Fedora "para cosas más serias"? Que el usuario vuelve a encontrarse con el infierno de las dependencias, del cambio de nombre entre paquetes, de las versiones de núcleo y no-núcleo, etc. Bien, volviendo al tema de los estándares: tenemos trabajo. Mucho trabajo. Uno no puede estar pensando en qué distribución es la mejor o la más adecuada (la gente suele mirar más lo primero que lo segundo), sino que funcione el ordenador para lo que lo compró, y algo más. Salen nuevas versiones y distribuciones de Linux cada poco, cada TAN poco que resulta confuso.

Para muestra, un botón: le conté a mi churri que iba a sustituir Fedora por Kubuntu en mi ordenador, y me dijo "ah, pero ¿no te lo habías instalado hace poco?" Efectivamente, no tenía ni dos semanas instalada Fedora, y, aunque me gustara mucho su acabado, echaba de menos el sistema APT de Debian. Tuve que explicarle que Linux es sólo el núcleo, y que luego está la serie de programas que funcionan bajo ese núcleo, que debido al enfoque de cada empresa para el sector al que quisiera destinar el producto, se realizan recopilaciones o "distros" que cumplen (o intentan) los objetivos de dicho enfoque.

"¿Y no puede haber un Linux Home, un Pro y un Server?" Una pregunta tan sencilla que tapa la boca. Naturalmente que hay distros que cumplen ese cometido, pero se reparten tanto-tantísimo el mercado actual, que la confusión crece por el temor de no haber elegido la correcta.

Rezo por el día en que se dejen de hacer tantas distros como formas de pensar, que se aúnen esfuerzos y que luego sí, se hagan las personalizaciones/enfoques que se quieran, gracias al uso de software libre. Pero por el amor de Dios, unamos esfuerzos y ahorremos energías, que si queremos un escritorio de calidad que compita con los comerciales, lo que estamos haciendo es el primo.

Ea, uníos a Kubuntu :P
Share to Facebook Share to Twitter Email This Share on Google Plus Share on LinkedIn

martes, 14 de junio de 2005

¿Informático? ¿ezoqué?

¿Por qué he puesto semejante título? Muy sencillo: los estudiantes/currantes de informática (ojo, gente con conocimiento, no pardillos que se echan las flores al hombro por configurar el emule y hacer que funcione el crack para el Fifa 2006) estamos infravalorados por las empresas.

Recogiendo un enlace de meneame: Cuando hay un problema informático las empresas acuden a los... amigos Aún cuando la avería es grave, los gestores de las pymes se resisten a tener un equipo de mantenimiento y llaman a conocidos o a tiendas de informática. En la mayoría de las pymes se desconfía de las empresas de mantenimiento informático, de ahí que, según datos del estudio Actualizer, decidan recurrir a un amigo o a la tienda en la que compraron los ordenadores para arreglar una incidencia técnica. A pesar de que el 85% de las pymes tiene acceso a Internet, no se lanzan a contratar un plan de asistencia informática por malas experiencias previas. Los principales problemas son: virus, desconfiguración de las impresoras y lentitud del ordenador. Los amigos informáticos están hartos de que sus conocidos les reclamen para arreglar sus problemas y a veces ponen excusas para no ir en su ayuda. "No escuchan y no dan ni las gracías".

Efectivamente. Ni escuchan los consejos, ni dan las gracias. Rouzic en su día mencionó una frase que viene al dedo: "¿Para aprender a manejar un coche no vas a la autoescuela? Entonces, ¿por qué esperas que para manejar un ordenador te salga todo solo o, en su defecto, tengas a mano el teléfono del 'amigo informático' ?". Muchos de nosotros echamos una mano a los amigos precisamente por eso, porque son amigos. No se nos está haciendo un favor arreglando gratuitamente una máquina a la que no se ha tenido cuidado. Y tampoco se nos agradece, todo lo más una sonrisita que casi nos hace pensar en el dinero que se ha ahorrado nuestro supuesto amigo. Haced el favor, cuando compreis un ordenador no espereis que sea "enchufar y listo". Si os lo venden así, MIENTEN. Un PC no es una lavadora, no es una nevera, no es una TV. No es una máquina dedicada a una tarea, requiere unos cuidados más allá de la limpieza de polvo y mantenimiento de las piezas. Requiere que cuidemos el software y los datos que en él instalemos. Hagamos un símil: eres el jefe de una pequeña empresa y contratas a alguien polivalente, esto es, ha sido informático, electrónico, contable, intérprete y traductor de alemán, inglés y francés, y encima abogado. Toda una joya, ¿no? Vale, ¿y qué pasaría si lo tuvieras intentando sacarle rendimiento 24 horas al día, 7 días a la semana, con un salario miserable (por no decir "de becario") y con un trato que roza la ilegitimidad de los derechos humanos? Efectivamente, que esa joya de persona se harta y deja de trabajar como es debido. Obviamente, no podemos comparar a día de hoy un PC con una persona, pero sí la actitud de este jefe de empresa. Un PC es una máquina compleja, de cuidado complejo, y cuyos cuidadores (informáticos o pre-informáticos) son infravalorados debido a que está "el amiguito que consigue gratis el ófis" que, naturalmente, cobra mucho menos aún a sabiendas de que ha sobrepasado la línea de la ilegalidad. Señoras y señores, admitámoslo: valoramos el precio por encima de la calidad. No sabemos lo que hay dentro de nuestros equipos, y no nos importa mientras "el amigo que sabe de informática" nos resuelva los problemas rápidamente y sin tener que pagar a alguien cualificado. Curiosamente, luego nos piden doscientas mil certificaciones, quince años de experiencia en cada sector, ser menor de 25 años y carnet de saber conducir hasta jamelgos con esquizofrenia paranoide. ¿Para qué tanto título, si luego sólo soy "el amigo que sabe de informática"? Por cierto, que parece ser que he sido imbuído por el espíritu del pringao-howto, ya que algunas líneas han sido quasi-copiadas de él, imagino que porque no ha parado de ocurrirme en esta vida.

Remito el original para quien tenga ganas de echarse unas risas (sarcásticas, naturalmente).
Share to Facebook Share to Twitter Email This Share on Google Plus Share on LinkedIn